El origen de la manzanilla es muy antiguo, especialmente en la forma de infusión. Esta planta originaria de Europa occidental tiene innumerables beneficios y propiedades medicinales, acompáñanos a conocerlas.
¿Qué es la Manzanilla?
La manzanilla o camomila romana es una planta herbácea que puede alcanzar los 60 cm de altura. Se distribuía originalmente en la zona de los Balcanes, el norte de África y Asia occidental, pero actualmente se cultiva en muchos países del mundo como España y Argentina.
Es una hierba medicinal de las más antiguas de las que se tiene conocimiento. Existen registros del uso y presencia de esta planta en la antigua Grecia y Egipto. Las flores de manzanilla aparecían representadas en muchos jeroglíficos egipcios antiguos de hasta 2.000 años. No solo era una planta sanadora para los egipcios, la nobleza la incorporó a sus tratamientos de belleza.
Otros registros de sus propiedades medicinales se han encontrado en las culturas de las regiones en las que crece originariamente. Galenos griegos como Dioscórides solían mencionar a la manzanilla en sus prescripciones para tratar diversas dolencias. Herbolarios del medievo cultivaban variantes de la planta que tenían más flores, pues son estas las que se usan más para los remedios herbales.
Más allá de la rica historia de la manzanilla como poderosa planta sagrada, hoy día, es una planta común que crece como maleza por todo el mundo.
Beneficios y propiedades de la infusión de Manzanilla
Náuseas, vómitos o una mala digestión tienen su remedio con una buena infusión de manzanilla. Descubre las numerosas propiedades medicinales de la manzanilla y dónde conseguir manzanilla de calidad.
Los principales beneficios de una infusión de manzanilla son, entre otras:
- Disminuir la hiperactividad;
- Calma y relaja;
- Alivia el estrés;
- Auxilia en el tratamiento de la ansiedad;
- Ayuda en el tratamiento de problemas en el estómago, a controlar la mala digestión y tratar las úlceras en el estómago;
- Ayuda a aliviar los mareos;
- Alivia los cólicos menstruales;
- Ayuda en el tratamiento de heridas e inflamaciones;
- Calma y remueve las impurezas de la piel.
El té o la infusión de Manzanilla es la forma más común de utilizar esta planta, además, la manzanilla puede ser mezclada con miel, anís y menta piperita para combinar sus diferentes beneficios.